martes, 30 de abril de 2013

SERÁ RECORDADO COMO EL CLÁSICO DE LA "L"

El elenco de todos los viñamarinos derrotó con un contundente 3-0 a su archirrival en una nueva edición del Clásico Porteño, el más antiguo e importante del fútbol chileno.

Ansiedad, ansiedad había por todos lados, jugadores, dirigentes, aficionados, periodistas, barras bravas, niños, mujeres, ancianos, desempleados, trabajólicos, obreros, empresarios... todos, absolutamente TODOS querían asistir al Estadio Lucio Fariña Fernández para presenciar el clásico más importante del fútbol chileno y también para alentar a sus respectivos equipos.

Es que este clásico tuvo de todo, partiendo por su preámbulo: el llanto de la contra por la restricción de entradas, la venta de estas con agotamiento de todos los tickets en la preventa en la Casa Oro y Cielo y de las 800 entradas destinadas para los hinchas porteños -después se sabría que en realidad esas 800 galerías y 200 preferenciales destinadas para la visita no se vendieron en media hora como salió en la prensa, sino hubo una repartija entre sus propios grupos de "conveniencia", dejando muy pocas para que las comprara el hincha común y corriente-.

Como condimento adicional estaba la famosa "L" dedicada por Carlos Muñoz a todo el pueblo Oro y Cielo en el partido Colo-Colo-Everton jugado tres fechas atrás, la cuál era una respuesta al ex-evertoniano Ezequiel Miralles, quien había realizado el mismo gesto hace algunos años vistiendo la camiseta alba en un partido contra los caturros. Pues bien la famosa "L" habría pasado al olvido, pero la prensa porteña se encargó de resaltarla, refregarla, destacarla y recordarla prácticamente todos los días desde aquel 7 de abril de 2013, lo que provocó que HASTA antes del partido la parcialidad verde hiciera suyo dicho gesto.

Por otra parte estaban los rendimientos de los equipos, los ruleteros venían con un paupérrimo rendimiento, obteniendo apenas una victoria en las últimas cinco fechas, siendo las tres últimas vergonzosas derrotas, mientras que el elenco vecino llegaba al clásico en calidad de favorito, con una racha de tres victorias consecutivas y con 5 puntos de ventaja en la tabla.

Pero como dije antes y como lo ha dicho todo el mundo, los clásicos son diferentes, es un partido aparte y el del sábado en Quillota definitivamente no fue la excepción.

Como le debe haber pasado a muchos, la noche anterior apenas dormí y lo único que quería era levantarme luego para tomar raudo rumbo a Quillota. Una gran cantidad de hinchas viajó a la ciudad de las paltas en una verdadera caravana Oro y Cielo desde Viña del Mar. Una vez adentro del estadio la efervescencia de ambas hinchadas se hacía sentir, sin embargo sería la parcialidad viñamarina comandada por la banda de Los del Cerro, la que se haría sentir finalmente en los noventa minutos, y esto no porque fueran mayoría por la distribución de entradas, sino porque pusieron el aguante, el aliento, la fiesta, la alegría y el carnaval versus la amargura porteña, y nuestros jugadores así lo sintieron.


El match
Los equipos a la cancha y el carnaval de LDC

Una vez comenzado el partido se podía sentir una cuota de nerviosismo, es en los primeros minutos donde ambos equipos empiezan a medir a su rival, se le pone a prueba con ciertas incursiones, se sacuden los equilibrios, en definitiva es el momento en que el cazador analiza a su presa. Un par de tiros libres cerca de nuestra área me hicieron recordar el partido contra Unión La Calera por lo que estaba al borde del infarto, luego un innecesario golpe de Ribery al portero Viana, me preocupó por lo tarjetero que puede llegar a ser el árbitro Osses.

Pero el partido se empezó a desenredar y fue en el minuto 18 cuando un arranque por la derecha del inspirado Ribery Muñoz en que superó en velocidad al defensa caturro, luego engachó y la cambió a la izquierda atrás para Emiliano Romero cómodamente fusilara al guardametas porteño. La euforia y la algarabía no se hicieron esperar y a Romero le salió del corazón el ya mencionado gesto de la "L" -después diría que ese gol se lo dedicó a su amigo Miralles-. La humillación de los vecinos comenzaba, pero esto no era todo, aun quedaba harto por jugar y por alentar.

Wanderers intentaba tomar el control del partido e iniciar algún tipo de ofensiva, pero se encontró en el medio con los solventes Fernando Saavedra y Coke Romo, quienes jugaron un partidazo, neutralizando el mediocampo caturro, quitando balones, generando y canalizando prácticamente todo el fútbol viñamarino. Romero ya se estaba soltando como "10" por lo que aportaba con un fútbol vistoso y alimentaba de buena forma a los atacantes; un inspirado Ángel Rojas se convertiría en el amo y señor del medio, participando en prácticamente todos los ataques ruleteros, acompañado de algunos "lujos" que sacaban aplausos de la hinchada. Adelante un sólido Barrios la aguantaba y piboteaba y Jota Muñoz tenía con serios problemas en la cadera a Schultz y Luna por el baile que les estaba dando.

Emerge el alemán

Así estaban las cosas, con Everton buscando el segundo tanto y Wanderers aun intentando entender qué fue lo que pasó en el primer gol, cuando se cobró tiro libre a favor de los viñamarinos en tres cuartos de cancha, pero casi en la línea lateral izquierda. Fue nuestro especialista en pelotas muertas Ángel Rojas que con soberbio centro la puso perfecta en la cabeza de un descolgado Alex von Schwedler que se elevó solo a lo Bam-bám Zamorano para inflar por segunda vez las mallas custodiadas por Viana. Corría el minuto 29 y el carnaval y por qué no decirlo, la tranquilidad, se apoderaban del sector 'Andes' -y de gran parte de la 'Preferencial'- del Lucio Fariña.

El resto del primer tiempo continuó de manera similar, con la latente amenaza del cuadro porteño por descontar, pero que al final ni siquiera fue amenaza, en gran parte gracias a nuestros centrales, el alemán y Chano Velásquez, que jugaron un partidazo, anulando por completo a los tanques Donoso y Salmerón, ganando todas por alto, por bajo, saliendo jugando o reventándola cuando correspondía. Everton continuó atacando, jugando como los dioses, intentando aumentar el marcador. Al término de la primera etapa Jota tuvo la gran oportunidad cuando quedó solo frente al portero vecino, pero hay que reconocer que Viana achicó muy bien y se perdió la oportunidad de ir a los vestuarios con un cómodo 3-0.

Ribery se consagra

Con la ventaja a nuestro favor, los ruleteros ingresaron el segundo tiempo a controlar el partido, aprovechándose de la desesperación de los vecinos, quienes apenas pudieron esbozar algunos ataques y abusaron de las faltas. Everton tuvo varias ocasiones en que podría haber extendido el marcador, pero las malas decisiones o la fortuna impedían que esto ocurriera. Fue en los 78' cuando Ribery perfectamente habilitado, se la llevó por la banda izquierda, logró pasar al defensor Luna que la trancó con pate'lana, y con soberbio tiro batió al guardametas porteño, consagrándose como gran figura del partido y de Everton, pues como ya nos tiene acostumbrados, aparece en los momentos importantes, como en aquel mítico 17 de marzo de 2009 en el Estadio Néstor Díaz Pérez, cuando convirtió el gol de la victoria en el primer triunfo chileno en Argentina por Copa Libertadores.
Celebración en el camarín Oro y Cielo
Foto: subida a Twitter por M. Cáceres

El resto del partido fue prácticamente un trámite, el defensor porteño Luna se fue expulsado por doble amarilla y los viñamarinos controlaron el balón en los minutos finales con la hinchada coreando "ole" cada vez que la tocaban. Sin duda fue una fiesta por donde se le mire y un clásico para recordar, a pesar de que fue jugado en un extraño campo neutral. El festejo de jugadores e hinchas no se hizo esperar y los gestos de la "L" dedicado a C. Muñoz y a los vecinos, aparecieron por doquier, en las tribunas, en los camarines y en las redes sociales, todo dentro de una sana rivalidad como debe ser.

Si bien Everton cumplió uno de los objetivos de este campeonato que era humillar al clásico rival, no podemos descuidarnos y desde ya Víctor Hugo debe empezar a preparar el partido en la heladera precordillerana.

martes, 23 de abril de 2013

LA VERDAD SOBRE EL 17-0, LA MAYOR GOLEADA DE LA HISTORIA EN UN CLÁSICO PORTEÑO


A pocos días de una nueva edición del Clásico Porteño y también próximos al aniversario número 63 del histórico 17-0 que Everton le propinó a S. Wanderers en el entonces llamado Estadio El Tranque, me tomé la libertad de compartir con ustedes un artículo escrito por un gran hincha evertoniano, Lobo Segovia, donde explica la verdad de lo ocurrido en ese partido, que sí fue oficial (válido por lo que hoy conocemos como Copa Chile) y que la contra y la prensa porteña tanto se esfuerzan en negar y olvidar. He aquí lo que escribió nuestro amigo Lobo:

Imagen de Roberto Carrasco
'Vale la pena recordar, ya que se acerca una nueva versión del clásico porteño, una inigualable gesta del equipo oro y cielo frente a su archirrival. Por allá a mediados del siglo XX, más específicamente el 30 de Abril de 1950, se procedió a disputar el clásico por el campeonato Copa Carlos Varela, que luego se conoció con el nombre de Copa Apertura o Copa Chile.

Durante la semana previa al encuentro, Santiago Wanderers amenazó con no presentarse aduciendo que algunos de sus jugadores disputarían un partido con la selección nacional, que dicho sea de paso, no era un problema exclusivo del equipo de Valparaíso, pues Everton también tenía jugadores en la selección y algunos lesionados. Sin embargo, el encuentro se disputó y Everton ganó por un histórico 17-0.

Lo curioso de este resultado es que éste por mucho tiempo se mantuvo oculto por un periodismo regional que no ha ocultado –durante mucho tiempo- su predilección y favoritismo por el equipo porteño. Digo esto, ya que el resultado es inobjetable al estar sujeto a una competencia oficial.

Lo increíble de esto, es que, pese a que la prensa porteña mañosamente contabiliza partidos amistosos o de la liga de Valparaíso éste resultado no se computa. Se ha señalado –incorrectamente- que el partido no tuvo carácter oficial, pese a que, Eduardo García, estadístico oficial de la ANFP, sí lo considera. Asimismo, se ha planteado que el partido estuvo fuera de bases, puesto que el equipo de Wanderers habría jugado con menos de siete jugadores.

No obstante, dicho argumento carece de toda validez. Primero, porque, según el reglamento FIFA, el partido no se puede iniciar en tanto uno de los equipos no cuente con a lo menos siete jugadores y Wanderers se presentó con 11. Segundo, se esgrime que Wanderers jugó con menos de siete jugadores. Este punto no es menor, ya que sería el principal fundamento para no validar el partido. En efecto, según la información que dispongo, los jugadores Cabrera y Arenas de Wanderers fueron expulsados, mientras que Biondi en Everton; luego, no se presentaron a jugar en el segundo tiempo los jugadores Julio y Duque, quedando siete en cancha.

Ahora bien, las fuentes que se conocen son claras: el partido se jugó hasta que el jugador Valdebenítez se lesionó (aunque no se señala el minuto en que ocurrió), ya que si bien el delegado, Clemente Miranda de la Asociación Central de Chile, quería que continuara el encuentro a todo evento por las continuas anomalías que había incurrido Wanderers (la amenaza de no presentarse y no entrar con todos sus jugadores mañosamente para no disputar el segundo tiempo), los jugadores “esperaron parados el final del encuentro, sin moverse del lugar en el que se encontraban”.

En cualquier caso, el argumento de invalidar el triunfo de Everton por la posible presencia de seis jugadores no viene a lugar. Ello, porque la FIFA, en su reglamento oficial plantea que “a pesar de que un partido no podrá comenzar si cualquiera de los equipos tiene menos de siete jugadores, el número mínimo de jugadores en un equipo, necesario para que un encuentro continúe, se deja al criterio de las asociaciones miembro (…) si un equipo tiene menos de siete jugadores debido a que uno o más jugadores abandonaron deliberadamente el terreno de juego, el árbitro no estará obligado a interrumpir el juego y se podrá aplicar la ventaja (hasta que el balón haya salido del campo de juego)”. Entonces, por una parte, si se acepta el argumento de que sólo estuvieron presentes seis jugadores corresponde a la Asociación Central de Fútbol de Chile de invalidar el resultado cosa que no hizo; por otra parte, si los jugadores se “quedaron parados”, entonces, es evidente que los goles fueron celebrados legítimamente con siete jugadores en cancha hasta que se resolvió “no jugar más”.

En consecuencia, vaya este recordatorio para quienes niegan la historia o quienes no quieren aceptarla. Un 17-0 insuperable que se suma a varios hitos más'.

lunes, 22 de abril de 2013

¡EL CLÁSICO YA LLEGÓ!

La hinchada de Viña del Mar en Playa Ancha

Las semanas han pasado y el Clásico Porteño está encima, ya no hay partidos entremedio, así que toda la preocupación del cuerpo técnico, jugadores, dirigencia y por qué no decirlo, de los hinchas, está enfocada en el partido que se disputará el próximo sábado 27 de abril desde las 12:30 horas en el Estadio Lucio Fariña Fernández de Quillota.

¿Cómo llegamos al clásico? Bastante mal, hemos perdidos los últimos tres partidos y si vamos más atrás, sólo hemos obtenido tres puntos en los últimos seis encuentros -de un total de 18 puntos- lo que refleja una tremenda caída tras los buenos resultados que tuvimos en el arranque del campeonato. Mientras que la contra viene con buena racha con tres victorias consecutivas.

“Pero un clásico es un partido aparte”. Cierto, es un partido diferente, el partido más importante del año, donde los jugadores se prenden y las motivaciones son mayores que en otros partidos. Pero también pasa porque el técnico tenga la misma motivación que muchos de sus jugadores y que la hinchada.

La clave está en la actitud y en que los jugadores “dejen más que la vida” como dijo Dalsasso. Creo que Víctor Hugo tiene que entrar a la cancha con un equipo conformado por los jugadores que más se prenden con el clásico, es decir, los canteranos y también con los que no son formados en Everton, pero que se motivan de igual forma como nuestro capitán. ¡Es que contra los porteños hay que ganar como sea!

Por otra parte hace unas semanas que se ha estado encendiendo el clásico por la polémica de las entradas, ya que en ese momento la dirigencia viñamarina manifestó su intención de entregarle sólo el 5% de las entradas a la hinchada de los jureles. Han habido reacciones contrarias a esta decisión por parte de ellos, con insultos a nuestro presidente, argumentando entre otras cosas que “es una falta de respeto”, pero lo que no recuerdan -no recuerdan o no les conviene mencionar- es que SU propia dirigencia comenzó con esta estúpida medida para el clásico jugado en Playa Ancha por Copa Chile el 10 de julio de 2011 -oportunidad en que los Oro y Cielo vencieron 0-2 a domicilio-, cuando sólo nos pusieron a disposición 900 entradas (el 5% de 18.000, aforo que en ese entonces tenía ese estadio).

Esta amnesia colectiva no sólo se manifiesta en los hinchas del puerto, sino que al parecer también se ha traspasado a la prensa -¡que raro!- ya que ni El Mercurio, ni La Estrella, ni la radio, ni la televisión han mencionado lo que hizo Wanderers para ese clásico en 2011. Lafrentz, presidente de S. Wanderers, se ha aprovechado de esta falta de memoria masiva declarando hace algunas semanas que “si ellos hubieran sido locales nos habrían dado al menos el 40% de las entradas” y complementando hace poco días con “nosotros les habríamos dado la galería completa”. Pero eso habla de la inconsecuencia del dirigente caturro, ya que fue él el que comenzó con la restricción de entradas en los clásicos y más encima en un estadio con aforo completo, no como es el caso actual dónde Everton ha tenido que elegir en favor de su hinchada, dado que se jugará en un estadio de emergencia que es pequeño y que posee sólo una galería.

Pero esto no ha quedado ahí, tanto El Mercurio como el timonel porteño, en un nuevo intento por “ganarse a su gente”, aseguraron este fin de semana de que finalmente Everton les entregará a su hinchada la galería del Lucio Fariña. Esto se habría acordado tras reunirse con Salgado y Bloise hace pocos días.

Esperemos que por el bien del hincha viñamarino, esto no sea así, porque sino muchos se quedarán sin poder asistir al clásico. Pues si hay una hinchada que ha sido fiel a lo largo de toda su historia es la ruletera y esta incondicionalidad se ha visto reflejada aún más en la última década bajo la batuta de Los del Cerro. No puedo decir lo mismo de la autodenominada “más fiel de todas”, que sólo aparece para los clásicos porque siempre anda pendiente de papá, aun más cuando su padre anda medio cojo como ahora. Esperemos que el timonel Oro y Cielo se ponga los pantalones y mantenga su palabra de privilegiar a nuestra gente.

domingo, 21 de abril de 2013

¿QUÉ PASA EVERTON?

Ángel Rojas descuenta para los Oro y Cielo desde los 12 pasos

Hace más de diez días que no escribía en este blog, de hecho quise hacerlo la semana pasada después del partido contra Unión La Calera, pero estaba tan caliente que dejé pasar un par de días y para entonces ya había “pasado la vieja”.

Ayer fui a La Cisterna a alentar a nuestro querido Everton junto a cientos de viñamarinos que fielmente, semana a semana seguimos y apoyamos al Oro y Cielo. Esta ocasión no fue la excepción y así fue como dos tercios del Estadio Municipal de La Cisterna vestíamos los colores de Viña del Mar, y apoyamos y cantamos los noventa minutos de juego, demostrando una vez más que esta hinchada alienta SIEMPRE, en las buenas y en las malas.

Además de ir apoyar, también fui con la esperanza -sin muchos fundamentos, pero esperanza al fin y al cabo- de que terminarían los malos resultados. Pues me equivoqué, tuvimos un primer tiempo muy similar al jugado con los caleranos, salvo porque al menos en esta ocasión la primera fase terminó igualada sin goles. Pero al igual que en el partido anterior se vio un equipo sin mucho convencimiento, sin intención, que salvo por un mano a mano de Petrolero con el portero palestino al final de la primera parte, los viñamarinos casi no llegaron al arco. De hecho si no es por nuestro capitán, ídolo, corazón, alma, gurú y semidios Gustavo Tulio Dalsasso, que se mandó sendos tapadones, podríamos haber finalizado dicha etapa con 2 ó 3 goles en contra.

En el complemento recibimos dos goles tempraneros, el primero tras una gran tapada de Dalsasso y que nada pudo hacer con el rebote, y el segundo con una llegada iniciada desde un saque lateral, lo que refleja un problema en nuestra defensa.

Después de eso, el equipo se prendió, la actitud fue otra, nos creamos oportunidades, especialmente bajo el tremendo motor que es Fernando Saavedra. Pero no fue suficiente, entró Ragusa, entró Romero (que me pareció bien que ingresara, pero creo que Víctor Hugo cometió un error al sacar a Saavedra), y sólo logramos descontar a través de un penal convertido por Ángel Rojas en el minuto 81. En los últimos diez minutos el elenco Oro y Cielo mostró su mejor juego, más por ganas que por fútbol, pero no serviría porque los tres puntos quedarían para el cuadro de colonia.

¿Qué pasa Everton? Tenemos el balón, pero no sirve sólo tenerlo, hay que atacar y con intensión, y cuando atacamos, muchas veces le pasan el balón al compañero en vez de rematar. Así ocurrió en el último partido en dos o tres ocasiones claras en que el atacante estando frente al arco, prefirió entregársela a otro en vez de chutear, y así ocurrió en las visitas al Santa Laura y al Monumental donde prácticamente no disparamos a la valla contraria.

¿Qué pasa Everton? Comenzamos el campeonato con una defensa muy sólida, como en años no la había visto, y ahora nos meten de a dos goles seguidos y más encima a los pocos minutos de haber comenzado el partido.

¿Qué pasa Everton? Los jugadores entraban a jugar con alegría y orgullosos vestían tus colores. Hoy quiero creer que aun conservan ese honor y ese orgullo, pero ya no se les ve la alegría al jugar y por el contrario en algunos -no en todos- se les nota un evidente desgano en la cancha.

¿Qué pasa Víctor Hugo Castañeda? que el remedio se está transformando en una enfermedad peor que la vivida en los potreros. ¿Qué todo el sufrimiento que tuvimos en los dos años en “la B” no fue suficiente? No sé qué pretendes que el equipo logre, no sé cómo trabajarás cada rival, no sé si le impregnarás del hambre de ganar a tus jugadores, pero en tus declaraciones demuestras mediocridad y pareciera que no estás asumiendo la responsabilidad de lo que está pasando. ¡Esto es EVERTON, nuestra "jerarquía” -como tanto te gusta mencionar- es la de pelear campeonatos, no la de luchar por la permanencia! 

Dalsasso declaró al finalizar el partido contra el cuadro de La Cisterna que “en el clásico hay que dar más que la vida” y es esa la actitud que esperamos de todo el equipo -y de su entrenador- el próximo sábado. El Clásico Porteño ya está encima y hay que ganarlo como sea. Sólo le pido a los jugadores que dejen todo en la cancha, y a la familia evertoniana que apoye más que nunca a nuestro equipo y que los malos resultados no los desalienten de ir al estadio.

lunes, 8 de abril de 2013

VUELVE EL FANTASMA DE LA IRREGULARIDAD

Nos fue mal en Macul, perdimos 3-0 ante un menguado Colo-Colo que poco hizo, pero le alcanzó para batir tres veces nuestra valla. Dos tantos fueron convertidos por la insolente panzorrita Muñoz, quien hizo un gesto de "L" con los dedos aparentemente en respuesta al gran Ezequiel Miralles cuando humilló él solo al cuadro porteño. Ya pagará esa panzorra por su atrevimiento (me refiero a pagar en la cancha, no me gusta incitar la violencia).
La hinchada viñamarina en el Monumental


El problema fue que el equipo de todos los viñamarinos hizo mucho menos que el cacique, lo que nos trae de vuelta a ese círculo vicioso de la irregularidad, al cual hemos estado propensos en el último tiempo.

Mi primera impresión tras varios minutos de juego -y ya con un gol en contra- era la de un equipo sin ideas, sin intención, sin ambición, sin objetivos, sin hambre... en definitiva, sin ACTITUD. Se salvan unos pocos, por eso quiero destacar la garra y la entrega de Coke Romo, Chano Velásquez y Gustavo Dalsasso, fueron los únicos que a mi parecer la mojaron!

Yo no sé cuál será el estilo motivador de Víctor Hugo, no sé cómo serán sus arengas a los jugadores, pero creo que está fallando ahí, como también en tener un respeto excesivo por los rivales, como cuando comparó a la UE con el Barça o al referirse a los albos como "gigante dormido". Está bien, nunca hay que confiarse del rival, pero aquí se está yendo al otro extremo.

Hay algo con la mentalidad de Castañeda que no me puede gustar, en las primeras fechas disputábamos la punta y en cambio él estaba preocupado de sumar los 21 puntos para no descender, en vez de trazar como objetivo disputar el campeonato o al menos un cupo para un torneo internacional. Ahora -sigue pensando en los 21 puntos- obtuvimos apenas 3 de los 12 puntos disputados en las denominadas "cuatro fechas difíciles" (contra Cobreloa, UE, O'Higgins y Colo-Colo), y en vez de calificar como negativo el resultado o hacerse una autocrítica, él simplemente dice "podríamos habernos quedado con cero puntos".

En lo futbolístico, pienso que el elenco Oro y Cielo debe apretar más, presionar al rival en tres cuartos de cancha y no dar los TREMENDOS espacios que está regalando hoy. Por otra parte nuestro juego en el medio casi no está conectando con la delantera, por lo que nuestros arietes están SOLOS, sin apoyo; falta triangulación.

Pienso que Romero ha tenido sobradas oportunidades para demostrar lo que vale y salvo el partido con Huachipato, no ha estado al nivel de lo esperado como refuerzo. También creo que se hace imperativo el regreso de Francisco Silva a la titularidad. Ayer hablaba por twitter con otros hinchas del Ever y uno mencionaba lo poderoso que era el tridente al medio de Silva, Romo y Saavedra, y tiene razón, en la B funcionó muy bien dándole solidez, pachorra y juego en el mediocampo.

También opino que Petrolero no sólo NO es para un partido completo, sino que debe ser alternativa de recambio para el segundo tiempo, funcionará mejor y hasta puede convertir más. Nico Peñailillo es otro que debiera volver, pues aporta quite, juego y también ataque por la banda, algo de lo que carecemos desde la lesión de Maxi Ceratto.

Este es un campeonato de "transición", también creo que el técnico debiese ser de "transición" y así buscar uno con otra mentalidad, que arme un proyecto a largo plazo y con harto tiraje de la cantera, de manera de tener al Oro y Cielo como protagonista del campeonato por varios años , y por supuesto que logre alcanzar la ansiada quinta estrella.

Del partido contra los albos, rescato a los cientos de hinchas viñamarinos que fuimos al Monumental y apoyamos incansablemente hasta el final -hubo algunos problemas a la salida gracias a estadio INseguro, de eso hablaré otro día-. Ahora se viene Unión La Calera en Quillota, así que llenemos el Lucio Fariña para así demostrar que esta hinchada SIEMPRE alienta, en las buenas y sobretodo en las malas.

miércoles, 3 de abril de 2013

SE ENCIENDE EL CLÁSICO PORTEÑO


Foto: SW 0-2 EVERTON 10/Jul/2011 Copa Chile
www.everforever.cl
Ya estamos en abril y quedan pocas semanas para el ansiado Clásico Porteño, el más antiguo y con más tradición de los clásicos del fútbol chileno, que cumple 97 años desde su primera edición en 1916.

Las circunstancias actuales harán del clásico uno poco usual, esto porque ninguno de los dos equipos tiene estadio ya que están siendo remodelados, por lo que ambos están actuando de local en un estadio de emergencia: el Lucio Fariña Fernández de Quillota, el cual como bien sabemos, tiene poco aforo (menos de 8 mil personas y además normalmente la Gobernación autoriza 6500 espectadores como máximo) y lamentablemente posee sólo UNA galería.

Hasta hace unos días yo creía que era mejor opción realizar el clásico del 27 de abril, en el Estadio Santa Laura en Santiago, por ser neutral, uno de los mejores de Chile y porque no tendríamos el gran problema del aforo de Quillota (en el coliseo de Independencia entran 22 mil personas aproximadamente). Así podríamos disfrutar de todos los condimentos del clásico: un buen partido de fútbol, emociones al límite, la fiesta y los cánticos con que aportan las hinchadas para crear un ambiente único (todo esto claro, en un marco civilizado y en que no haya violencia).

¿Entonces por qué NO en Santa Laura? Simple, porque queda en Santiago. Ya por el hecho de jugar en Quillota estamos promediando menos público que en los últimos años en Sausalito, y lo mismo le ha ocurrido al conjunto porteño que también está ejerciendo de local provisoriamente en ese reducto. Ir a Quillota desde Viña o desde Valparaíso implica al menos desembolsar $2.500.- Si pensamos en ir a Santiago, el gasto aumenta a más del doble. Hace poco Everton jugó de visita contra Unión Española, y S. Wanderers jugó en Santiago contra Colo-Colo y la UC; en los tres casos, los cuadros de la Región de Valparaíso no llevaron más de 1.000 - 1.500 personas -y estoy siendo optimista-.

Ustedes me dirán, “sí, pero un clásico es distinto”. Sí efectivamente lo es y estoy seguro que van a ir más personas, ¿pero cuántos más?, ¿un 50% más, el doble, el triple? Supongamos que ambas hinchadas llevan el doble de gente comparado con un partido “normal” en Santiago, es decir, llevarían entre 2.000 y 3.000 personas, lo que nos dará un total entre 4 mil y 6 mil asistentes (además no se está disputando un título entonces estamos lejos de llevar 50 mil personas como lo hicimos en la final de 1950). Con estas cifras, entonces conviene jugar en Quillota ya que el aforo da para esa cantidad.

Tampoco podemos decir que los últimos clásicos han sido muy masivos, aquí las asistencias: 11/Abr/2010, Camp. Apertura, Playa Ancha 9.504 espectadores; 23/Oct/2010, Camp. Clausura, Sausalito 7.813 espectadores; 10/Jul/2011, Copa Chile, Playa Ancha 5.964 espectadores; y 24/Jul/2011, Copa Chile, Sausalito 4.135 espectadores, todos jugados en fin de semana y con buen horario. Es cierto que Copa Chile motiva menos que el Campeonato Nacional y que en el último partido hubo fuerte restricción de las autoridades por temas de “seguridad”, pero de todas formas hay que considerarlo, especialmente este año que estamos en una “situación de emergencia”.

Por eso prefiero el Lucio Fariña aunque sea un reducto con poco aforo. Ahora si me garantizan que viajarán a Santiago 12 mil hinchas evertonianos (y una cantidad cercana de nuestros rivales), entonces vamos, hagámoslo en Santa Laura y tendríamos un clásico como no se ve en años, pero eso hoy por hoy es un sueño.

Esta semana El Mercurio de Valparaíso encendió aun más la polémica al publicar en su portada: “Clásico. Everton entregará 325 entradas para wanderinos” tras entrevista a nuestro presidente, Juan Pablo Salgado. La contra ha llorado, ha amenazado, ha insultado a Salgado, incluso con algunas incitaciones violentistas... todo porque algunos se quedarán sin asistir al clásico.

Yo estoy en contra de la restricción de entradas para la visita, nunca me ha gustado, como no me gustó cuando la UC nos dio sólo 200 entradas para la última fecha de 2010, en la que más encima nos jugábamos la permanencia en Primera. Pero esta es una situación extraordinaria al no tener estadio (¿recuerdan? Quillota tiene poca capacidad y sólo UNA galería), por lo que en este caso se puede justificar la medida del timonel Oro y Cielo.

“¡Pero es que se pierde el ambiente de clásico!” Sí, totalmente de acuerdo, yo también prefiero un clásico con dos hinchadas que demuestran su rivalidad con cánticos (también con bombos, lienzos, fuegos artificiales... pero eso ya lo mató Cristián Barra y cía.) y con el aliento a sus respectivos equipos, pero como este es un año anormal, creo que hay a adaptarse a la situación.

Yo creo que la directiva viñamarina tenía dos alternativas: favorecer el espectáculo del clásico, liberando la venta de entradas, o favorecer a nuestra gente. Optaron por la segunda. Imagínense que no restringen las entradas y van a Quillota 50 y 50 o van 60% de Everton y 40% de los vecinos, mucha de nuestra gente va a querer ir y se va a quedar afuera, entonces la lógica que CREO que se aplicó fue: "prefiero que quede más gente afuera de SW que de Everton". Quizás podrían evaluar asignarles un número mayor de entradas por el bien del clásico, pero eso depende de los dirigentes.

No vuelvan a pensar en Santa Laura ya que va a quedar gente afuera; al clásico irán 6 MIL personas si es en Santiago o en Quillota, la diferencia es que si es en la capital, SÓLO querrán ir esas 6 mil, mientras que si es en Quillota, querrán ir más de 6 mil, pero algunos quedarán afuera por la restricción de las autoridades y del aforo del estadio.

Sé que hoy he sido muy racional, con mucha cifra y he tratado de ser imparcial, cosa que me carga cuando se trata de fútbol y sobretodo de Everton, pero creo que en esta ocasión es necesario, para entender la contingencia, antes de crucificar a alguien. Si para el clásico de vuelta, la dirigencia caturra tomara la misma decisión, al menos yo lo entendería por todo lo anterior descrito. Lafrentz declaró a El Mercurio que “si ellos hubieran sido los anfitriones, nos habrían entregado un 40% de las entradas”. Es una decisión tan respetable como la de Salgado, vamos a ver si mantiene su postura cuando a ellos les toque ser locales.

EL “CAPO” SE ENCONTRÓ CON EL GIGANTE!


Everton rompió la mala racha de dos partidos perdidos al derrotar a uno de los punteros del campeonato, el autodenominado “capo de provincias”.
Foto: La Tercera


Si bien el partido no fue de alto nivel futbolístico, el cuadro Oro y Cielo entró con actitud a la cancha y de forma muy disciplinada logró doblegar a su inflado rival. En el primer tiempo resaltó la solidez de la defensa destacando la emergente figura del paraguayo Servín, que en el complemento se transformaría en el patrón de la zaga y en la figura del partido. La banda derecha fue la más débil con un complicado Moisés Vásquez que se afirmó en el segundo tiempo.

En el medio el gran Fernando Saavedra con Ángel Rojas y Coke Romo contuvieron los avances rancagüinos y se dedicaron a la generación del balón; la única posibilidad real que tuvimos en la primera fracción fue un potente tiro de Coke que rebotó en la defensa y que apenas logró desviar el portero Marín.

En la segunda mitad, los cambios introducidos por Víctor Hugo, le dieron frescura al mediocampo y al ataque, lo que finalmente permitió al paraguayo Barrios meterla de cabeza en un ángulo muy difícil para Marín. Ya en los descuentos, el mismo Barrios habilita de cabeza a Ribery Muñoz, quien tranquilamente sentencia el 2-0 final para los ruleteros.

Una hermosa fiesta sabatina enmarcada por los cánticos de Los del Cerro que se escucharon con fuerza durante todo el partido, demostrando que esta hinchada alienta SIEMPRE. No puedo dejar de mencionar la medida tomada por las autoridades, de entregarles todo el sector de Andes a la parcialidad huasa. ¿Por qué no los pusieron en el sector Pacífico Sur como sí se hizo con Cobreloa y Huachipato?

Ahora se viene Colo-Colo en el Monumental, esperemos que sea con público ya que los pueden sancionar por lo ocurrido el domingo en el Estadio Municipal de La Florida.