EVERTON REGRESA CON UN TRIUNFO EN SU ÚLTIMA VISITA DEL CAMPEONATO

La hinchada viñamarina alentando a sus colores

El club viñamarino visitó al cuadro itálico en el Estadio Municipal Bicentenario La Florida y se trajo los tres puntos para la ciudad jardín, después de cuatro visitas funestas a la capital. Con este resultado Everton suma 24 puntos afirmándose en el sexto lugar de la tabla y cuando queda sólo una fecha para que finalice el Campeonato de Transición 2013.

Viernes, la noche era fría y lluviosa, un pésimo horario para ir a ver fútbol (dispuesto por CDF), con tacos por todos lados pues al parecer los santiaguinos se ponen idiotas con la lluvia, pero aún así centenares de viñamarinos llegaron al Bicentenario La Florida a alentar al cuadro de los guata amarilla -aunque a esta altura ya son los pecho amarillo-, poniendo la fiesta, la alegría y el carnaval en un coliseo semivacío que apenas pasó las 1.200 personas.

Algunos veían en el papel a Audax como “un rival ganable”, personalmente tenía mis preocupaciones pues creo que juegan bastante bien aunque eso no se refleje en la tabla de posiciones, y por supuesto creía que había que tener mucho cuidado con algunas individualidades como el Pelado Sáez. Por suerte mis preocupaciones fueron sólo eso, y el elenco Oro y Cielo pudo ganar y manejar el partido sin mayores dificultades.

Comenzó el pleito con llegadas de ambas escuadras, lo que podría haberse traducido en un cotejo con muchos goles. Pero fue en un saque de Dalsasso a Vásquez, éste a su vez por la izquierda se la entrega a Nico Peñailillo que se la lleva por la banda para hacerle un pase al medio a Ponce quien en vez de rematar aprovecha a Ribery Muñoz que viene entrando por el medio, para con un soberbio remate, fusilar al meta tano. 1-0 y el furor se apoderaba de la galería norte.

A los 15’, apenas tres minutos después del gol vino un tiro de esquina de Ragusa que la puso perfectamente en la cabeza del trasandino Goux, quien aprovechando su altura la conectó inflando las redes por segunda vez en la fría noche capitalina. El resto de la primera etapa fue más calmada de revoluciones, con Everton manejando los tiempos y que salvo por un tiro libre de Audax que pegó en el palo y un remate de Sáez que apenas desvió con los dedos Dalsasso y quedó dando botecitos paseándose por nuestra portería hasta irse fuera, no hubo mayores ocasiones de gol.

En el complemento los ruleteros bajaron harto su nivel, con un cuadro itálico que fue creciendo poco a poco. Fue así como en el minuto 89 Carrasco puso el descuento de cabeza, previo a un mal rechazo con los puños del, a estas alturas, voleibolista Gustavo Dalsasso, quien jugó un partidazo tapando TODO, pero que se comió el gol en parte por abusar mucho del uso de los puños. El partido ya finalizaba, pero este gol sembró cierta incertidumbre de un posible empate. Sin embargo los viñamarinos aun tenían algo que decir y en la jugada siguiente, Romo se escapó por la derecha habilitando con un muy buen pase al recién ingresado Diego Barrios que remató al arco y hubo un rebote, pero al segundo intento logró el tercer gol asegurando el triunfo Oro y Cielo.

Buen triunfo, que da para pensar en los “que hubiera pasado si” en otros encuentros, pero  creo que no vale la pena calentarse la cabeza. Me gustó el hecho de que entramos a la cancha con un mediocampo conformado por puros canteranos, como también el hecho de que se vio un juego más suelto, con más alegría... no sé si la causa será el no jugarnos nada y que por lo mismo ya no hay presión. Finalmente quiero destacar la tremenda figura que es nuestro capitán Gustavo Dalsasso, jugó un partidazo, tapando todo lo que se aproximó al arco, siendo fundamental en mantener la diferencia y asegurar la victoria. Buena semana para el elenco de todos los viñamarinos.

NUEVO SISTEMA DE CAMPEONATO, ¿LE CONVIENE A EVERTON?

El martes pasado hubo consejo de presidentes en la ANFP para definir las próximas dos temporadas de fútbol profesional en Chile, la 2013/2014 y la 2014/2015. Algunos aún se preguntarán por qué las temporadas abarcan dos años, simple, porque con el propósito de “alinearse” con los calendarios del hemisferio norte y la FIFA en general, desde ahora las temporadas irán de julio a mayo, siendo las vacaciones en invierno -verano para los que habitan en el lado norte del globo-. Así se solucionarán los clásicos problemas de “choque” entre los torneos nacionales y los internacionales, como también con las necesidades de la selección (Mundial, Copa América, eliminatorias y fechas FIFA).

"El Huemul de Plata", copa del
Campeonato Nacional

Pero el cambio de calendario NO es la única noticia de esta reunión, hay más novedades. Para empezar continuaremos sin el sistema de play-offs, por lo que el campeón no se definirá en una final ida y vuelta, sino que será el que sume más puntos en un clásico formato de liga. Pero no será un torneo largo como en las ligas europeas, sino dos torneos cortos, el Apertura (julio-diciembre) y el Clausura (enero-mayo), manteniendo el sistema de los últimos diez años con dos campeones por año.

Vuelve además la “liguilla de Copa Libertadores”, que la juegan del segundo al quinto lugar para definir cupos para el certamen más importante de la CONMEBOL, y ahora también definirá cupos para la Copa Sudamericana (recordemos que hay tres cupos para la Libertadores y cuatro para la Sudamericana). Se jugarán dos liguillas al final de cada campeonato, es decir, en diciembre y en mayo.

Por otra parte para el descenso bajarán los dos últimos de la tabla acumulada -de julio a mayo- en la temporada 2013/2014, y en la temporada 2014/1015 descenderán tres y subirá sólo uno para dejar dieciséis equipos en Primera y el mismo número en Primera B, como era antaño. Los tres que descenderán en esa temporada se definirán por coeficiente de rendimiento (total de puntos dividido por partidos jugados) que empieza fojas cero en julio próximo.

La Copa Chile, "la copa de todos"

La Copa Chile también comenzará en julio con formato de grupos y continuará con el sistema de una sola final en un estadio “neutral” definido previamente por la ANFP. No olvidemos que el campeón de esta copa es el “Chile 1” en la Copa Sudamericana y es el único que además tiene la posibilidad de clasificar a la Libertadores -la regla general es que no se dupliquen los equipos que vayan a la Libertadores y a la Sudamericana, salvo por el campeón de la Copa Chile como acabo de mencionar-.

Finalmente lo realmente nuevo será la creación de una Supercopa chilena, que sigue el modelo de los países europeos, y no tiene otro fin que la posibilidad de sumar más títulos a los clubes y por supuesto también tiene fines comerciales. Este año -se juega en julio inaugurando la temporada- la disputarán el campeón de la Copa Chile (la U) y el campeón del actual Torneo de Transición (que se definirá en dos fechas más). Tengo entendido que desde el próximo año la disputarán el campeón de la Copa Chile con el campeón del Campeonato de Apertura (jul-dic), pero esto último tengo que confirmarlo. Al igual que la Copa Chile esta final se jugará en un estadio “neutral” definido por la ANFP y las ganancias se repartirán: 50% para el campeón, 30% para el perdedor y 20% para la ANFP -como dije antes tiene fines comerciales y no se clasifica a copa internacional alguna-.

Bien, lo que todos se preguntarán es CÓMO afectan estas novedades a Everton, ¿nos conviene o no? Sé que hay varios que piensan que sin play-offs, no tenemos posibilidades de salir campeones de nuevo. Yo no opino así, pero obviamente hay que buscar la regularidad en el rendimiento, cosa que hemos carecido en el presente torneo. Personalmente también prefiero los torneos largos porque me gusta UN sólo campeón por año, aunque no voy a negar que quizás tenemos más posibilidades en uno corto por lo de la regularidad ya mencionada -es más fácil mantenerse a un nivel en 17 fechas que en 34-. También está el argumento de que se logra más emotividad en un torneo corto -como el actual- que en uno largo, pero también en las ligas de dos ruedas se puede lograr dicha emotividad -aunque no siempre-, como por ejemplo en el Campeonato Nacional de 1985, sí, el mismo en que Everton salió subcampeón, y en dónde disputaban el título Cobreloa, el elenco Oro y Cielo, Colo-Colo y Unión Española, todos separados en 2 puntos -eso sí, hay que mencionar que en esa época el ganador de un partido rescataba 2 puntos y no 3 como ahora-.

También voy a insistir en no “botar” la Copa Chile, la ANFP ha hecho importantes esfuerzos por revalorizarla y creo que se ha avanzado harto, por eso Everton DEBE trazarse como uno de sus objetivos el coronarse campeón de esta copa. Al menos a mí me encantaría dar la vuelta con esa hermosa copa de plata.

La cancha ya se está rayando, nos quedamos en Primera al menos hasta mayo de 2014, ahora depende de la SADP definir bien qué es lo que queremos: ¿no descender?, ¿mantenernos en la categoría y terminar “sin novedad” como ahora?, ¿pelear por el título?, ¿ir a torneos internacionales?, ¿salir campeón? Lo importante es que el plantel que se arme y el cuerpo técnico, tienen que ser y estar acorde con los objetivos propuestos, sino difícilmente lograremos algo.

NOS QUEDAMOS EN PRIMERA, ¿ESTAMOS CONTENTOS SÓLO CON ESO?

José Luis Muñoz pone el 1-1 desde los doce pasos

Una nueva oportunidad de retomar el buen camino tuvo Everton de Viña del Mar el pasado sábado en el Lucio Fariña Fernández ante el cuadro de Rangers de Talca, y en esta ocasión dicha chance se aprovechó y consiguió los tres puntos tras vencer por dos goles a uno.

La tarde era fría en el coliseo quillotano y lamentablemente fue poca gente a apoyar al elenco más grande de la región de Valparaíso -2.993 personas anunciaron por los parlantes-. A pesar de eso la euforia se encendió cuando salieron a la cancha y la hinchada le hizo saber a su equipo que no estaban solos y que como siempre estaban ahí para apoyar y alentar durante los noventa minutos.

Yo no sé realmente qué estará pasando, pero ya se ha vuelto recurrente el que nos conviertan un gol a los pocos minutos de iniciado el cotejo; esta vez fue un cabezazo de Garrido a los 2’. Ante Colo-Colo, U. La Calera, U. Católica pasó lo mismo, ante Palestino al inicio del segundo tiempo, incluso ante la U que nos convirtieron inmediatamente después de ponernos en ventaja. ¿Desconcentración?, ¿serias falencias defensivas? Supongo que el técnico lo tendrá más claro que yo, la pregunta es ¿qué está haciendo para solucionar esto?

Después del gol de los piducanos Everton no mejoró: imprecisión en los pases, pocas llegadas, desaplicaciones en la defensa no hacían prever el ansiado empate. Nos ayudó el hecho de que los maulinos tampoco jugaban a mucho, aunque eran más ordenados que los viñamarinos. Un penal que nos cayó del cielo -pues hasta ese momento no habíamos llegado con peligro al arco de Nicolás Peric- permitió que Ribery Muñoz pusiera la igualdad.

En el complemento si bien se buscaba la victoria, no se lograba un buen fútbol, quizás la figura de Ángel Rojas, para mi gusto el mejor de los Oro y Cielo, era la única que a través de jugadas y de tiros a portería, generaba un verdadero peligro para los rojinegros. Lamentablemente salió lesionado después de un remate al arco, esperemos que no sea una lesión significativa, pues se veía bastante complicado cuando abandonó el campo.

Cuando Rangers cargaba con su mayor ofensiva vino una hermosa jugada viñamarina que finalizó el gol de Bahamondes reventando las redes y expulsando el contenido grito de gol que teníamos todos los hinchas. Después vino el desenlace del partido con un Everton muy cómodo manejando el balón y con Rangers que se fue en busca del empate, pero que no significó mayor peligro para nuestra valla.

Se cumplió el famoso objetivo de los 21 puntos, nos quedaremos en Primera, pero al menos yo no quedo contento sólo con eso, quiero que ganemos las dos fechas que quedan, y sobretodo espero que para el próximo campeonato no se planteen como objetivo el “no descender” -hablaría muy mal de la dirigencia y del director técnico-, sino pelear por el título como corresponde y también que este año no “boten” la Copa Chile.

VIAJE POR LOS COLORES DE EVERTON

Si bien somos conocidos como los Oro y Cielo y nuestro uniforme característico es una camiseta azul con una franja horizontal amarilla, shorts y medias azules -aunque últimamente han estado jugando con calcetines amarillos-, éstos NO siempre fueron nuestros colores. En nuestros primeros años cuando Everton emergía para convertirse en un GRANDE del fútbol porteño, éramos conocidos como "los granates de Valparaíso". Hoy les contaré sobre la evolución de nuestros colores en estos casi 104 años de historia y las distintas camisetas que hemos tenido en el tiempo.

1909, el club había sido fundado hacía cinco días cuando tuvo su estreno futbolístico en un partido amistoso ante el extinto Graphie F.B.C. el 29 de junio de ese año. Aunque no existe un registro oficial de cuáles fueron los colores que utilizó Everton F.C. en ese match, sí hay fuentes que indican que en sus primeros partidos amistosos y en sus inicios en la Asociación de Fútbol de Valparaíso, el uniforme de nuestro glorioso club era el de una camiseta granate con una "v" amarilla en el pecho -a lo Chago Morning- y cortos blancos.

Este sería el uniforme oficial hasta 1915, año en que cambió por un breve tiempo a una camiseta roja con mangas blancas y shorts lilas. Sin embargo en ese mismo año volvería a cambiar a una camiseta roja, pero esta vez con mangas azules y cortos blancos. Sería gracias a estos tres uniformes en que los evertonianos serían conocidos popularmente con el apodo de "los granates de Valparaíso".

En 1926 y tras dos años seguidos de haber disputado el título de la Liga de Valparaíso, la dirección del club decide realizar cambios radicales para bajar la ansiada primera estrella porteña. Uno de esos cambios sería el contratar como entrenador y jugador a la vez al argentino José Luis Boffi -quien posteriormente sería determinante en el uniforme definitivo de Everton-, otro de estos cambios sería el cambiar los colores de la institución del granate al oro y cielo. Pero no como el uniforme que conocemos hoy día, sino que la nueva camiseta que estrenaría ese año Everton F.C. sería una con franjas verticales azules y amarillas -sí, estilo Rosario Central- y shorts blancos. Con el nuevo uniforme, de los "granates" pasamos a ser conocidos como "los listados".


Pero sería un año después, el momento determinante para adoptar el ya tradicional uniforme que nos identifica a todos hasta nuestros días. Cuenta la historia que el ya mencionado José Luis Boffi, viajó a Buenos Aires y fue encargado por la dirigencia que consiguiera indumentaria nueva y de calidad para afrontar la nueva temporada. Pues bien, como buen argentino, Boffi no encontró nada mejor que comprar un equipo similar al que utilizaba Boca Juniors, ya que los colores coincidían con los utilizados el año anterior -cuando se les bautizó como "los listados"-, y además porque al parecer él era hincha del cuadro xeneize, de hecho había jugado en dicha institución años atrás. Fue así como Boffi "se mandó las partes" y en vez de volver con la ya mencionada camiseta listada, trajo consigo un uniforme azul con una franja horizontal amarilla.

La patudez de Boffi no sólo eliminaría de la historia la camiseta listada evertoniana, sino que le daría al club lo que a estas alturas podría decirse que es su uniforme definitivo, el que nos daría los apodos de "los guata amarilla" y los "oro y cielo".

Desde entonces, el uniforme ha sido prácticamente el mismo, salvo por variaciones en el tono del azul, años más claro, años más obscuro, y en la altura de la franja, a veces en el abdomen y a veces en el pecho. Quizás la única excepción sea el año 1993 -digo quizás, porque eso recuerdo yo, pero no sé si para atrás hayan habido otros cambios-, cuando se cortó la franja amarilla para darle espacio al entonces nuevo auspiciador, Cristal. Ese "corte" no duraría, mucho ya que a los pocos meses regresó nuestra característica franja amarilla, dejando abajo de éste el logo de la pilsener. Al año siguiente los diseñadores resolverían incorporar dicho logo adentro de la franja.

Finalmente, para los que se preguntan por nuestra camiseta alternativa, en general ésta ha sido blanca con diferentes variaciones, lisa, con franja horizontal, franjas verticales o a lo "Alemania 1990". Aunque hay excepciones como la del amistoso ante Boca Juniors en el verano de 1944, cuando utilizaron una camiseta roja -presumiblemente como las de la época de "los granates"-. En la última década el uniforme alternativo ha cambiado a amarillo con la franja horizontal azul. Quizás sería una buena iniciativa si la SADP saca a la venta reediciones de los antiguos uniformes de Everton -uno por año-, así tendríamos la historia más cerca, y por qué no, también el primer equipo podría utilizarlas en ocasiones especiales o como uniforme alternativo.

NADA NUEVO EN LA HELADERA PRECORDILLERANA

Foto: www.soychile.cl

Tras la euforia al derrotar a nuestro hijo en el Clásico Porteño, el club más grande de la región de Valparaíso debía volver al rigor de este Campeonato de Transición y preparar el partido contra uno de los aspirantes al título: el eterno segundón de Chile, la Universidad Católica.

Todo indicaba una recuperación, un retorno al buen rumbo que habíamos tenido al comienzo de este torneo, sin embargo como ya parece una tradición, al elenco de todos los viñamarinos SIEMPRE le cuesta el doble. A la larga lista de lesionados se sumaron Saavedra y Romo, pilares fundamentales del mediocampo y del último triunfo ante los vecinos, más otros, lo que implicó que para el partido ante los santiaguinos Castañeda sólo pudiera convocar a 17 jugadores en vez de los 18 que por reglamento están permitidos.

Sobre el partido en sí no tengo mucho que decir, o mejor dicho no tengo nada nuevo que decir comparado con las últimas fechas -excluyendo al clásico-, quizás sí puedo mencionar que el resultado y el trámite del partido eran más predecibles que contra otros rivales "más abordables" como Unión La Calera o Palestino. ¿Creen que estoy como Víctor Hugo hablando de la "jerarquía" de los equipos? No, para nada, los cruzados son un equipo tan ganable -o "perdible"- como cualquier otro, pero en esta ocasión nos presentamos ante una UC con un plantel mucho mayor -en cantidad- al de Everton que más encima se estaba jugando la punta, comparado con nosotros que apenas pudimos armar un equipo dada la cantidad de lesionados y que además, no nos estábamos jugando mucho -dudo mucho que descendamos en este torneo, a pesar de que matemáticamente aún es posible-.

Ustedes creerán que con esto estoy justificando a nuestro técnico, pero no es así, simplemente trato de ser realista, aunque me cueste y no me guste. En todo caso con esto no estoy quitando de responsabilidad a Víctor Hugo, tiene que responder por algunas cosas, por ejemplo por qué en el primer tiempo ingresó un Everton tan timorato y respetuoso del rival, versus un segundo tiempo con más intensión y agresividad.

Vamos al partido, Everton ingresó muy tímido y a la expectativa de lo que hiciera el rival. Ya a los diez minutos nos convertían el primer gol, una vez más a partir de un tiro libre... ¿qué pasa que somos tan vulnerables con tiros o jugadas nacidas de pelota muerta? Luego del gol vino una REACCIÓN -era que no, pero suele pasar lo mismo: reaccionamos en vez de tomar la iniciativa- y emparejó el partido con interesantes ataques comandados por Jota Muñoz, uno de los mejores del elenco Oro y Cielo, sin embargo en vez de la igualdad vendría el 2-0 en una jugada que sacó a la luz graves falencias defensivas. Después del segundo gol, el partido se volvió aburrido con muy pocas llegadas por parte de ambos equipos.

En el complemento nos cambiaron a los viñamarinos y cual aluvión se fueron encima de la portería custodiada por Toselli con varias llegadas en pocos minutos, destacando el palo de Barrios y el tiro de Rojas que fue detenido en la línea por un defensor cruzado. Sin embargo ese ímpetu inicial del segundo tiempo poco a poco iría menguando y a la vez sería neutralizado por los locales, lo que significó que los minutos finales fueran de mucho toque y pocas llegadas, sentenciando así un frío y cómodo 2-0 en favor de los capitalinos, reviviendo una vez más a un muerto -antes revivimos al cacique-. La oportunidad de vengar el 5-0 de 2010 se perdió, al menos hasta una próxima ocasión.

Tal como mencioné antes, ¿qué pasa con esos "cambios" de equipo de un tiempo a otro? ¿Por qué se aprecia que hay un excesivo respeto hacia el rival y no se puede entrar de la misma forma que contra Wanderers? Hilando más fino, pareciera ser que nuestra mayor debilidad está en las bandas, ya que la mayoría de los ataques rivales ingresan por ahí. Por otra parte y sin desmerecer a los que ingresaron, se echa de menos a Romo y a Saavedra, dan solidez en el medio, generan fútbol y además permiten que Ángel Rojas juegue como volante ofensivo, función que para mi gusto desempeña mucho mejor que la de contención.

Quedan tres fechas y nueve puntos por disputar, dos partidos de local -Rangers e Iquique- y una visita al Municipal de La Florida ante Audax. No quiero mencionar lo del objetivo de los 21 puntos para no descender -nos faltan sólo tres-, pero creo que es un DEBER de este club terminar este campeonato de la mejor manera posible, aunque no peleemos por el título o por un cupo a un torneo internacional, y eso implica ganar sí o sí los tres partidos que nos quedan. Es que no imagino que Castañeda pueda tener otra visión -espero no equivocarme-. Ante tanto lesionado -ahora se sumó Miranda- y suspendido por acumulación de amarillas, está difícil armar un once, por lo que quizás sería momento de levantarle el castigo a Peñailillo. Como dijo el técnico, "él sabe lo que hizo y no la puede tener gratis", pero pienso que ya aprendió la lección -espero- y creo que tiene hartas ganas de jugar para enmendar lo anterior. No digo que Nico sea nuestro salvador, pero debe tener hambre y hay que aprovechar eso, sobretodo con la complicada contingencia que hay. Veremos qué pasa durante la semana.